EMPRESAURIO O EMPRESARIO ¿cómo defines a quien dirige tu empresa?
Este sábado, 12 de septiembre, termina el estado de emergencia sanitaria en el país, y yo no salgo de mi asombro al constatar como muchos de mis colegas administradores de empresas, jefes, gerentes, directivos, no han aprendido casi nada a lo largo de nuestra convivencia con el COVID-19.
La pandemia nos obligó a adaptarnos a una nueva rutina y a un ritmo distinto. No pudimos mantener el control físico de nuestras operaciones, ni de nuestros colaboradores. Me habrán escuchado decir que una crisis jamás se desaprovecha (“never waste a good crisis”) en esta ocasión no me refiero a un tema empresarial ni monetario, sino al más importante de todos: el equipo humano y su fortalecimiento.
A partir del 12 la “normalidad” nos volverá a invadir y no faltarán quienes piensen que lo normal será volver a lo de antes. Aunque los semáforos cambien y los límites se abran, por favor recuerden que nada será como antes. No piensen que el regreso a la “normalidad” significa que obliguen a sus colaboradores a “timbrar tarjeta”. No olviden que hay gente que puede morir por el virus; y que hay otros, que detrás tienen niños, madres y abuelos, vulnerables al contagio. Y qué decir de aquellos que son padres, ahora también son responsables al 100% de guiar el aprendizaje de sus hijos. Todo buen lider está conciente de esto.
Se han preguntado los momentos que han podido vivir y recuperar sus trabajadores estando en modalidad “teletrabajo”?. Detengámonos un momento a pensar en ello. Muchas madres, por ejemplo, pudieron amamantar más tiempo a sus recien nacidos sin perder su producción de leche; muchos padres enseñar a sus hijos a andar en bicicleta; muchos hijos pudieron velar de cerca por la salud y el cuidado de sus ancianos padres; muchos profesionales pudieron concretar el diplomado que tanto querían hacer; muchos jóvenes asumieron un trabajo extra para reunir su pensión universitaria.
¿Creen que estas premisas merecen paralizarse a cambio de tener “el control”? Un lider de verdad sabe que tener el control físico no es garantía de éxito. Seamos sensatos. Hay colaboradores que pueden teletrabajar sin afectar la concresión de sus metas, ya lo constatamos. Confiar en ellos es el punto de partida; y es lo que a ellos les permitirá tener el control de sus vidas, conocer sus límites y exigirse acorde a sus necesidades. Un lider tiene colaboradores fieles, y la fidelidad se da esten en donde esten.
No faltará el que diga: “el ojo del amo engorda el marrano” esto es cierto? Si y no, dependerá del punto de vista. Lo que si es cierto es que, el aislamiento nos demostró que somos capaces de sostener operaciones exitosas sin tener control físico sobre ellas y sin vigilar a nuestros colaboradores. Ni qué hablar del respiro que le dimos al planeta. El buen líder, la tiene clara.
Mi propuesta es simple. Pasemos de controlar a desarrollar. De monitorear a construir. De vigilar a felicitar. Seamos realistas. Los recursos económicos que hemos ahorrado, al mantener parte del equipo en casa son muy significativos; aparte de la tranquilidad de saber que están sanos y seguros. A partir del 12, el ritmo de trabajo y los resultados no tienen porqué disminuir. Basta de pensar que las nuevas tecnologías y las herramientas digitales son para generaciones más actuales, estos meses hemos comprobado lo contrario. Dominar nuevas aplicaciones es un reto que debemos seguir asumiendo; sin dejar de lado innovaciones propias para sobresalir en nuestros mercados.
Colegas empresarios, administradores, jefes de equipo, gerentes, directivos; no solo se trata de enseñarle a su equipo a usar la mascarilla o garantizar su distanciamiento. No podemos sentarnos a esperar otra pandemia para reinventarnos. Si el COVID no le sirvió para centrar su mentalidad en innovar en el manejo de su equipo humano y transformar su negocio y la propia vida de ellos, entonces no ha aprendido nada. Si es así, entonces no debe llamarse empresario, usted es solo un empresaurio.
PS:
“Escribí esto dedicado a quienes aun piensan volver a la normalidad, con el ánimo de motivarlos a atreverse a trascender en esta nueva era”